Si se le preguntara a una persona cualquiera por el significado de yoga, es muy probable que la respuesta se refiriese a estiramientos físicos y ejercicios de respiración, como en el Hatha Yoga, o bien se referirían a la meditación como una técnica para calmar y relajar la mente. Otros dirían que yoga significa conexión con aquello que la mente esté conectada, y que la mente está en yoga con eso. Un practicante serio, describiría la filosofía del yoga y explicaría las disciplinas de una vida yogui. Él o ella valoraría la práctica del yoga como una forma de adquirir poder y una percepción sutil para comprender el propósito y significado de la vida. Y aquellos que están experimentando con la trayectoria espiritual de la consciencia colectiva describirán al yoga como el principio espiritual unificador y proclamarán que es la cultura de paz y no violencia.
Como practicante de Raja Yoga, como lo enseña la Universidad Espiritual Brahma Kumaris, yo lo describiría como una forma de vida. Es una peregrinación del recuerdo. El alma es el viajero y la vida el viaje.
Es el viaje de retorno hacia la autosoberanía del ser y el catalizador es el recuerdo: el recuerdo de quién soy, a quién pertenezco y al rol que desempeño en el escenario de la vida interactuando con otros actores.
Es la paradoja de la realización de ser, dentro del contexto de la colectividad. La meta es lograr la liberación y la liberación en la vida de las almas a través de un proceso de purificación y perfección.
El método es yoga con el Alma Suprema, con Dios. Yoga es conexión o vínculo de amor mental con Dios, la Fuente Suprema, desde donde se recibe poder espiritual y se activa la fuerza de voluntad del alma humana por iluminación de la consciencia. "Shakti" es poder espiritual y viene directamente de Dios, siendo la única energía que purifica al alma eliminando los residuos tóxicos de la ira, del apego, de la lujuria, del ego y de la codicia. Las enseñanzas de Raja Yoga conectan al alma con el ser original, con los tesoros innatos de sabiduría, virtudes y poderes espirituales. Suministra la base de experiencias transformadoras de vida por medio del entendimiento de las leyes inexorables de la vida, dando significado a la intención y al propósito, y discurriendo la verdad de hechos y cifras permitiendo diferenciar entre mapas y territorios.
La máxima aspiración del ser humano es experimentar su verdad. Cuando él o ella sean capaces de explorar y sentir en lo profundo del corazón el impacto subliminal de las verdades universales, se eliminarán las dudas, se disipará la oscuridad y se podrá restaurar la rectitud.
Tal vez poner al yoga en la agenda global, como un día a celebrar internacionalmente, sea la forma de dar una plataforma elevada a los que tienen por responsabilidad asignar recursos, para luego hablar y percibir los temas desde un amplio paisaje de posibilidades y con clara convicción y compromiso con la paz para actuar con generosidad extraordinaria hacia el bienestar de las personas en el globo.
*Gayatri Naraine es representante de la ONG Brahma Kumaris ante las Naciones Unidas en Nueva York.
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