¿Somos violentos? Muchas personas
que piensan que siguen un camino espiritual considerarían que no lo son,
y sin embargo, cualquier clase de pensamiento negativo es, de hecho,
una forma de violencia.
La ira, por ejemplo, a menudo empieza con pensamientos tales como “no me gusta esto”.
Si
no somos capaces de sentir amor hacia nosotros mismos, nuestra familia o
amigos, significa que hay algún tipo de violencia en nuestro interior.
Tener
la actitud interna de juzgarnos y criticarnos, en lugar de hacer
esfuerzos para nuestro progreso espiritual con amor, paciencia y fe,
también es una forma de violencia. Al igual que lo es rechazar a los
demás.
Menospreciar a alguien, hacer que alguien caiga, ser indiferente hacia los demás, son también formas de violencia.
La verdad, por otro lado, siempre es no-violenta.
La
verdad nos dice que puede ser que las personas tengan defectos, pero
nosotros somos los amos de nuestros ojos y así depende de nosotros
elegir cómo miramos lo que sea que venga enfrente.
La verdad es
que cada vez que nuestra atención se dirige a las debilidades o
defectos, nuestros o de los demás, reprimimos nuestro almacén de tesoros
de grandeza. Esto también es violencia.
Hemos aprendido a tener
miedo de reprimir nuestra negatividad, pero reprimir nuestra grandeza
conlleva una pérdida incluso mayor.
La verdad nos dice que
permanezcamos sabios y compasivos, incluso cuando confrontamos la ira.
Nos dice: “Mantén tu dignidad ya que eso permitirá que los demás
recuperen la suya”.
Más reflexiones espirituales en el enlace:
http://www.brahmakumaris.org/spain/interactive/reflexiones
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